Había una vez una niña llamada Laura. Ella soñaba mucho. Pero un día, un sueño se le hizo realidad. Su sueño fue que iba a tener un perro llamado Coco y al día siguiente tuvo un perro. Ese perro, se encontró un lugar mágico y Laura fue corriendo a verlo. Era el camino de los sueños. Por el hueco se cayeron Laura y Coco. Laura se quedó impresionada y Coco estaba asustado. Laura lo cogió en brazos. Laura miraba de arriba a abajo y vio algo impresionante. Coco saltó y salió corriendo de lo horrible que era. Laura se quedó boquiabierta. Eran dos duendecitos pequeños: uno era rojo y otro azul. El rojo estaba enfadado y el azul feliz. Pero ella se asustó porque no sabia quien eran. El duendecito azul le dijo: no somos malos somos pesadillas y felicidad. Ayudamos a los niños para que tengan sueños con los que soñar. Laura se quedó de piedra al escuchar a los duendecitos. Coco ayudo a Laura a salir de allí. Pero al final comprendió que no tenia que decir nada de los duendecitos y olvidarlo todo. Cuando se iba le dijeron los duendecitos ven cuando quieras. Laura dijo: de acuerdo me pasare mañana a visitaros...Paso el día y ya tocaba ir a visitar a los duendecitos pero cuando llegó no estaban los duendecitos los busco por todas partes y no los encontró. Se metió por una puerta y vio una cama gigante donde estaba todos los sueños acumulados . Justamente los duendecitos pasaron a esa habitación y el duendecito rojo dijo: que haces aquí fuera, largo. Dijo Laura: por que estoy haciendo algo malo el duendecito rojo dijo: si estas intimidando nuestras cosas fuera no queremos volverte a verte. Laura salió corriendo y nunca lo volvió a ver...
María y Cristina
María y Cristina